Desde tiempos ancestrales las culturas aborigenes han utilizado diferentes especies vegetales para curar cierto tipos de males propios de cada zona geográfica, para ritos espirituales y como ornementación ceremonial.
Hoy en día hemos absorbido estos conocimientos y los hemos incorporado a nuestra botica dandolos a conocer como medicina alternativa. Dicho fenómeno forma parte de nuestra cultura del siglo XXI pero lo que hemos dejado de lado es el conocimiento que complementa este ancestral método de sanación, es el control energético tanto del cuerpo como el de la especie recetada o la combinación prescripta, de complementarlos nuevamente la medicina moderna sufriría una nueva revolución tanto en el tratamiento como en la cura de enfermedades tradicionales.
Los Chamanes de las distintas etnias aclaran que sus remedios sirven para las enfermedades que ellos conocen que les son própias y no para las esfermedades que han traido los blancos, esto es fundamental entender ya que cada región geográfica del mundo tiene una farmacopea natural única, que responde a dolencias físicas y energéticas específicas.
Por ejemplo para la lesmaniasis, los guaranies preparan unas gotas y compresas, con una combinación de hiervas que iniven totalmente la enfermedad sin dejar rastros en sangre pero la medicina moderna apenas ha logrado disminuir la virulencia dejando rastros de la enfermedad en sangre impidendo que la persona pueda donar sangre.
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